Una vez que se toma la decisión de divorciarse, empiezan a surgir muchas dudas sobre cómo llevarlo a efecto. Con el fin de disipar los primeros momentos de incertidumbre, aquí detallamos algunas cuestiones a tener en cuenta:
Primero. – El único requisito para poder divorciarte, salvo casos excepcionales de riesgo para la vida o integridad física del cónyuge o de los hijos, es que hayan transcurrido tres meses desde la celebración del matrimonio. En ningún momento se tendrá que alegar el motivo por el que se solicita el divorcio. Sólo importa confirmar que se es consciente del procedimiento que se está llevando a cabo y de que es esa realmente tu voluntad, es decir, que nadie te obliga o coacciona para divorciarte.
Segundo. – Todo proceso de divorcio haya o no hijos menores, acaba con la “firma de los papeles”. El procedimiento acabará mediante sentencia si el procedimiento es judicial (haya o no hijos) o mediante escritura si el divorcio se realiza ante notario, cuando sea posible. Hasta entonces cualquier acuerdo al que lleguen las partes funcionará mientras éstas lo cumplan de buena voluntad, pero a sabiendas de que ninguno de esos pactos obliga realmente frente al otro. Por ejemplo, si uno de los cónyuges decide abonar al otro una pensión de alimentos de 200 euros al mes, si deja de pagarlo no se le podrá reclamar ya que no existe sentencia que fije esa pensión.
Tercero. – El divorcio podrá ser de mutuo acuerdo o contencioso. Si la relación entre la pareja es relativamente buena y se puede llegar a un acuerdo con cierta facilidad, la opción de mutuo acuerdo agiliza los trámites puesto que se puede compartir abogado y procurador presentando una demanda conjunta. En caso de ser contencioso, la vía judicial será la única posible, siendo el juez quien determinará las condiciones que operarán entre las partes y con los hijos a partir del divorcio.
Cuarto. – Busca abogado de confianza que te asesore sobre la mejor estrategia a seguir según tus circunstancias No hay dos matrimonios ni parejas iguales, por lo que es importante que se exponga al profesional elegido toda la información tanto personal como económica que se tiene, de tal manera que te aconseje siendo consciente de la situación real en la que te encuentras.
Quinto. – Prepara la documentación que será necesaria aportar en el procedimiento de divorcio, sea este ante notario o judicial: certificado literal de matrimonio, certificado literal de nacimiento de los niños, certificado de empadronamiento para justificar la competencia territorial del juzgado o notario al que nos dirijamos y la documentación patrimonial que pruebe los bienes y deudas a repartir entre las partes.
Sexto. – Tanto si el divorcio o la ruptura se va a llevar de mutuo acuerdo o contencioso conviene ir separando las áreas de la vida que antes se compartían. Hablamos de cambiar las claves de acceso al ordenador, al teléfono, a las cuentas bancarias que en muchas ocasiones son conocidas por la pareja, abrir una cuenta bancaria separada de la que se tiene en común ir haciendo frente a pagos personales ….
En los primeros momentos además de éstas surgen muchas más preguntas respecto a la casa, los hijos, la hipoteca…. que también convienen ser resueltas cuanto antes. Así que si has decidido divorciarte y tienes alguna duda sobre tu situación concreta, mándanos tu consulta a través de nuestro formulario y te contestaremos sin compromiso o, si lo prefieres, llámanos. Estaremos encantados de atenderte.